miércoles, 17 de octubre de 2012

La Paz como Búsqueda!


Según Galtung, intelectual pionero de la perspectiva teórica de la construcción de paz por medios pacíficos, más que un “estado” de ausencia de guerra, la paz es una “dinámica” de  transformación de condicionantes estructurales y culturales que generan los conflictos.

Siguiendo tal enfoque, como óptica para el proceso de paz entre el Estado Colombiano y las FARC que hoy inicia -y esperamos que el ELN también lo haga- nos permiten dilucidar aspectos interesantes si los acuerdos de las negociaciones pueden influir en transformar los conflictos sociales, económicos, políticos, ambientales de Colombia.

En este caso, a diferencia de lo que pasó en El Caguán la agenda está limitada a cinco puntos de los cuales existe sólo uno que toca transformaciones en el Estado y en la Sociedad: la cuestión de la tierra; esta apretada agenda, aunque representa una ventaja para los negociadores, se convierte en dificultad para la generación de cambios en el “status quo”; con el agravante que este país es uno de los más desiguales en el mundo.

Claro está que los acuerdos nos permitirán iniciar el camino hacia la paz, sin embargo, sería iluso pensar que la Paz se consumará con su firma; la ausencia de guerra (La Paz Negativa), la cual se concretaría con la firma de los acuerdos entre el Gobierno y las guerrillas sería la piedra angular del proceso-, pero sólo sería el paso inicial de la búsqueda de otras paces (positivas y culturales) que permitirán trascender los “múltiples conflictos” resultado de acumulados históricos y generados a partir de las actuales dinámicas contemporáneas.

Es precisamente allí donde, la visión nacional de la paz, queda corta para resolver en el detal los conflictos locales y regionales que obedecen a personas, a intereses y a situaciones concretas, por tanto es necesario generar escenarios, prácticas y un marco regulador que permita transformarlos. En tal sentido se deberían activar dispositivos de amplia participación local, regional y nacional que permitan la construcción de una democracia que centre sus esfuerzos pensando tanto en el escenario postconflicto, como en acciones concretas que transformen las estructuras que contribuyan a la  eliminación de la desigualdad, el racismo y la exclusión que el actual sistema que la genera.

El reto es inmenso, el legado de los acuerdos deberá ser que "ya nadie más será eliminado en razón de su conciencia o de su ideología" y que se generen canales que permitan la competencia ciudadana por el poder bajo reglas democráticas. 

A partir de esta base, debemos iniciar la construcción de las "otras paces", desde allí debemos iniciar a trabajar en los diferente niveles del país en el postconflicto, hacer acompañamiento y reivindicación de las víctimas, intervenir en los territorios afectados históricamente, reparar su daño, reconstruir su identidad y generar mecanismos de reconciliación con la sociedad y con el Estado.

De otro lado, prepararse enfrentar las mafias, la corrupción, el paramilitarismo, la violencia generalizada, la desigualdad, la política como negocio, la depredación ambiental, nuevas dinámicas de control de negocios ilícitos, la exclusión política; y generar políticas sociales fuertes, generar escenarios legítimos de participación política y un pacto social de inclusión, equidad, convivencia y desarrollo humano y social.

Es menester trabajar también por una cultura de paz y convivencia que permita transformar, por un lado la cultura traqueta, pero por otro lado la cultura mercenaria, en aras de una cultura de la solidaridad, del respeto hacia los otros y del trabajo como miedo de ascenso social.

Las instituciones tendrán por misión, promover la prosperidad, pero también –y sobre todo- generar igualdad y diseñar un sistema de incentivos que permita valorar el trabajo como elemento fundamental de reconocimiento y de ascenso social, así como generar condiciones para la justicia social y la justicia de la justicia.

Ahora, en estas circunstancias ¿cuál sería nuestro que-hacer, cuál sería nuestra búsqueda inmediata?. Desde mi opinión, considero que desde el barrio, el pueblo, la ciudad, la región y el país, debemos apoyar y presionar para que se firmen los acuerdos y seguidamente iniciar el ejercicio de construcción de escenarios amplios de discusión social y política para canalizar nuestras luchas, nuestras ilusiones, que nos permitan generar los cimientos de ese lugar común en el que quepamos todos, en donde se tramiten los conflictos de manera pacífica y se construyen escenarios colectivos y perdurables de ciudad, región y país. Esa debe ser nuestra búsqueda!.

Post Data.

Adjunto relaciono los documentos más importantes que he encontrado sobre el proceso de paz. Absolutamente recomendados.


1. Infografía sobre el proceso de paz en Colombia. Del Diario Ultimas Noticias @unoticias : http://www.ultimasnoticias.com.ve/infografias/proceso-de-paz-en-colombia.aspx 

2. Artículo "Sólo Santos tiene las llaves" Entrevista de @KienyKe a Alvaro Leyva Durán: http://www.kienyke.com/historias/santos-solo-tiene-una-de-las-llaves-dice-alvaro-leyva/

3. Artículo "La Paz un Proceso hacia la Democratización Plena del País" de @piedadcordoba en @justiciaypazcol http://justiciaypazcolombia.com/La-Paz-un-proceso-hacia-la


4. El conflicto armado de Colombia en Cifras. Del Diario Ultimas Noticias @unoticias: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/mundo/el-conflicto-armado-de-colombia-en-cifras.aspx

domingo, 30 de septiembre de 2012

El Agua: Nuestra Mayor Riqueza?


A propósito de la Tamboreada por el Agua que Somos el Próximo 12 de Octubre.

Acabamos de avizorar la primera etapa de uno de los más fuertes veranos en Santiago de Cali, el Río Cali tuvo el nivel de caudal más bajo de su historia, se puso en riesgo del abastecimiento del 20% de los habitantes de la ciudad, los sectores más pobres de las comunas 18 y 20 sufrieron las consecuencias, de cortes temporales porque llueve o porque no llueve –como suele suceder en el municipio- pasamos a cortes permanentes que iban ampliándose durante semanas, por esos días aumentaron las plegarias para que en Cali lloviera, plegarias que reflejan la culpa de constantes y sistemáticos descuidos, por esa época los 7 ríos de Cali fueron importantes.

Como llovió y -como también suele suceder en Cali- el asunto ya dejó de ser prioridad, pero la gente está advertida de una larga temporada cambios climáticos que trascenderán los comportamientos habituales del fenómeno del niño.

Este llamado de atención debería ser suficiente advertencia de la importancia del agua la vida de la ciudad, sin provisión de agua no hay posibilidades de civilización, los límites de Cali serán trazados a partir de la capacidad de consecución de sus fuentes, el crecimiento la ciudad, depende de la cantidad de agua que pueda abastecerse.

Cali, hizo su apuesta por aprovechar el río Cauca como su fuente más cercana, decisión apenas lógica en su tiempo, sin embargo, nadie ha dado explicaciones técnicas sobre ¿por qué las bocatomas de agua que surte la mayor parte del agua de Cali están ubicada en Puerto Mallarino muy debajo del antiguo basurero de Navarro y del Canal CVC Sur?, tampoco se tuvo en cuenta que las empalizadas, la falta de oxígeno y los riesgos concomitantes de contaminación del Río, generaran constantes interrupciones en el tratamiento y distribución del líquido; situación que genera serios cuestionamientos respecto de la calidad y regularidad del abastecimiento del 70% de la ciudad.

En el caso de otras fuentes de agua, se han presentado conflictos por el establecimiento de bocatomas que afectan los caudales de los ríos en épocas de verano, afectando la regularidad de su caudal, en esta situación se encuentran los ríos Cali, Meléndez y Pance.

En el caso de fuentes subterráneas de agua, el director de la CVC en su entrevista inicial de posesión, fija como prioridad su utilización para consumo industrial y agrícola más que para consumo humano.

En tales circunstancias es pertinente preguntarse sobre si el tema del abastecimiento del agua ha tenido la suficiente importancia en la construcción de nuestra ciudad?. Las Autoridades fijan el “mediano y el largo plazo” como escenarios para solución definitiva de los problemas que tiene Cali en este tema, pero se intuye que el problema más profundo: será acaso que Cali como ciudad ha llegado al borde de sus propias posibilidades? ha llegado a su límite?.

En todo caso nuestra vida sigue, pero también las “afugias” de nuestro diario vivir y la más perentoria de ellas resolver el problema del agua. Es necesario que se empiece a trabajar el ordenamiento de la ciudad-municipio en torno al agua, en la actualidad anda rodando una propuesta de Plan de Ordenamiento Territorial sería pertinente ante las actuales circunstancias que se planteara la recuperación de los ríos alcantarilla, la recomposición y mejoramiento de las cuencas, la preservación a como dé lugar nuestro gran banco de agua, esa inmensa esponja verde y imponente denominada el parque Nacional Los Farallones acosado por la minería ilegal, la tala de árboles y las invasiones ilegales.

Que el agua que ahora hiede por cloacas sea aprovechada, se vuelva nuestra principal riqueza, nuestro principal recurso público inalienable (porque no faltarán las multinacionales encantadas de vendernos lo que es de todos) que nos garantice salud y buen vivir, que podamos dejar de estar pensando en los problemas de abastecimiento y calidad y se empiece a garantizar de manera efectiva el mínimo vital.

Que se fijen políticas de la preservación de los acuíferos, -recursos no renovables-, como reserva para la preservación humana más que para su utilización en empresas privadas.

Por ahora, l@s ciudadan@s caleñ@s deberemos acostumbrarnos a pensar en el agua en términos de escasez, pagar recibos caros por su tratamiento, soportar constantes racionamientos y sentarnos a añorar de nuestra otrora abundancia, de nuestros siete ríos, depredados, secos, entubados y en estado deplorable, de esa riqueza que al cabo del tiempo, por nuestra propia negligencia e incapacidad se convirtió en nuestra mayor carencia, nuestra mayor pobreza.